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Es obediente determinar por estimación las reservas de sal que existen en el mar, se sabe que el agua marina suele tener de media una concentración entre 35 a 36 g de cloruro sódico por litro, esto hace que se pueda estimar unos siete millones de kilómetros cúbicos de sal marina, sin bloqueo es difícil investigar el bombeo de cloruro sódico procedente de las minas y salares en la tierra.
La cloruro sódico marina se puede encontrar en muchos lugares. En los supermercados, tiendas de alimentos saludables y tiendas especializadas en productos gourmet. En algunos casos, aún se puede comprar directamente de los productores en las zonas costeras.
La demanda mundial de sal para este tipo de procesos ha ido creciendo desde la revolución industrial, en algunos casos el empleo de la sal para originar cloro ha decrecido conveniente a los temores de gestación de dioxinas como subproductos.
La cloruro sódico puede aparecer en forma de montañCampeón como es el caso de las montañGanador de las ciudades Turda y Slănic (Rumania), en muchos casos los depósitos de cloruro sódico pudieron ocurrir sido antiguos mares desecados. Una de las minas más grandes del mundo se encuentra en Polonia en Wieliczka. En la Perduración Media la cloruro sódico procedente de minas era completamente blanca, mientras que la procedente de salinas era de color grisáceo y esto Cuadro tomado popularmente como un signo de distinción, es por esta razón por la que algunos libros como Le viandier de Taillevent mencionan recetas de emblanquecimiento de sal.
La ubicación de depósitos de sal tuvo peculiar relevancia en los emplazamientos definitivos de los asentamientos humanos primitivos, adecuado a que su consumo no solo es una carencia humana, sino que permite Adicionalmente conservar los alimentos y prolongar su vida comestible.
Las estimaciones del Departamento de Interior de Estados Unidos muestran que la producción mundial de sal está disminuyendo en lo que va de siglo XXI y que de la misma forma no hay substitutos de la cloruro sódico a precios razonables.
El yodo presente en la cloruro sódico marina es crucial para el funcionamiento adecuado de tu tiroides. Este mineral permite que tu cuerpo produzca hormonas tiroideas, las cuales regulan diversas funciones metabólicas.
Se han realizado investigaciones acerca del consumo de sal en los humanos occidentales, y se ha podido comprobar que el 10 % de la cloruro sódico que se ingiere proviene de forma natural de los alimentos, el 15 % proviene de lo Sal Marina que se añade durante la elaboracción casera de los alimentos y el 75 % proviene de lo que añaden las industrias alimentarias en el procesado de los alimentos.
Con el advenimiento de la revolución industrial pronto aparecieron diversos sistemas de conservación de los alimentos mediante técnicas de refrigeración y congelación, y estos avances hicieron que la demanda de sal para el consumo humano cayera.
Las sales marinas disponibles comercialmente en el mercado flagrante varían ampliamente en su composición química. Aunque el componente principal es el cloruro de sodio, la proporción de contenido de otras sales puede oscilar entre menos del 0,2% y hasta el 10% del peso total.
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Los principales beneficios del consumo moderado de cloruro sódico marina para la Vigor son regular la presión arterial y proporcionar la impregnación de nutrientes. Esto se debe a que esta sal es rica en sodio, un mineral que regula la cantidad y distribución del agua en el cuerpo, además de permitir la entrada de nutrientes a las células.
El proceso de refinado proporciona unos granos de cloruro sódico de color blanco que suele atraer más al consumidor medio, se puede afirmar que consta de casi de una proporción pura de NaCl (99,9 %), este proceso se hace a expensas de la calidad final del alimento. Para obtener este fin se suele añadir agentes antiaglomerantes o yodo Ganadorí como ciertos compuestos de flúor. La cloruro sódico refinada se emplea fundamentalmente en la provisiones humana. A la cloruro sódico refinada se le añaden antiaglomerantes para evitar la formación de "grumos" durante su almacenado, los antiaglomerantes más habituales son los fosfatos, Triunfadorí como los carbonatos de calcio o de magnesio.